martes, 25 de agosto de 2015

Haaretz: Yo presencié el Juego cruel y egoísta de Hamas en Gaza


Artículo original en inglés

El reportero polaco Wojciech Cegielski pasó un mes en Gaza durante la guerra del verano pasado. Él no tiene ninguna duda de que Hamas usa a la gente como escudos humanos.
Pasé un mes en Gaza durante la Operación  Protección Perimetral. Fue uno de los peores y más letales meses que he visto en mi vida. La realidad era mucho más complicado de lo que se puede apreciar desde la seguridad  que proporciona la distancia cuando uno está en  Europa o los Estados Unidos.
Sí, en efecto Israel bombardeó casas palestinas en Gaza. Pero Hamas también  es culpable por  su juego cruel y egoísta contra su propio pueblo. No tengo pruebas contundentes pero, después de pasar un mes en medio de este infierno, para mí fue evidente que Hamas  estaba violando las normas internacionales de la guerra y,  lo peor de todo, era  que no tenía ningún reparo en usar a sus propios conciudadanos como escudos humanos.
El primer incidente ocurrió un día a última hora de una tarde. Yo estaba en el baño cuando oí  un fuerte ruido de cohetes y mi colega español, un periodista que estaba compartiendo un piso conmigo cerca de la playa de Gaza, empezó a gritar. Se había acercado a una de las ventanas abiertas para encender un cigarrillo. En el momento en el que estaba usando su encendedor vio una bola de fuego frente a sus ojos y se quedó sordo.
Por lo que nuestros vecinos nos dijeron más tarde, un hombre había llegado en una camioneta a nuestra pequeña calle, colocó un lanzador de cohetes en la calle  y disparó. El cohete falló y no se dirigió hacia arriba sino que voló a lo largo de la calle, a nivel del suelo, un largo trecho antes de destruir un edificio. Fue un milagro que nadie resultara herido o muerto.
Cuando conseguimos tranquilizarnos  comenzamos a analizar la situación. Era evidente que aquel hombre o sus jefes  querían que  las Fuerzas de Defensa de Israel destruyeran las  casas de civiles delas que nuestra pequeña calle estaba llena. Quienquiera que fuese, Hamas, Iz al-Din al-Qassam u otros, sabía que el ejército israelí es capaz de  devolver el golpe en el mismo lugar desde el que se dispara un cohete. Afortunadamente para nosotros, el cohete no alcanzó su objetivo en Israel.
El segundo incidente ocurrió en las horas centrales de un día. Yo me encontraba  sentado con otros periodistas en un café a la puerta de uno de los hoteles que hay cerca de la playa. En tiempos de guerra estos hoteles están ocupados por la prensa extranjera y algunas ONG. Todos estos hoteles estaban   llenos y en sus cafés muchos periodistas pasaban el  tiempo discutiendo, escribiendo, editando sus crónicas o simplemente recargando  sus teléfonos. De repente vi a un hombre que estaba disparando un cohete entre los hoteles. Era obvio que nosotros los periodistas nos convertiríamos en un blanco. Si el ejército israelí contestar al ataque todos nosotros moriríamos. Y entoes ¿Qué haría Hamas? No me sorprendería escuchar algo así como que   "el cruel régimen sionista provoca una matanza de periodistas inocentes y libres."
Desde mi punto de vista estas provocaciones lo que hacen es crear escudos humanos.
Cuando yo entrevistaba a gente en las calles de Gaza, no pude encontrar a nadie que dijese algo diferente de lo que decía la propaganda oficial. Sin embargo algunos palestinos, cuando estaban seguros de que los micrófonos estaban apagados, nos decían  que ya estaban hartos. Pero  tenían miedo. Nadie se atrevería a decir públicamente que Hamas estaba creando un infierno dentro de Gaza. Por otra parte  ellos  también se hacían la pregunta ¿que ocurriría si no estuviera  Hamas? Como el gobierno de la Autoridad Palestina de hecho no tiene ninguna autoridad allí, si no estuviera Hamas podría haber algo mucho peor. Por tanto tenemos que elegir entre lo malo y lo peor, según nos dijo uno de ellos.
La realidad es mucho más complicada de lo que se puede ver desde la distancia.
El autor es corresponsal de prensa extranjera por la Radio Polaca.